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The New Map de Daniel Yergin

El libro de Daniel Yergin, The New Map, me vino a través de una recomendación de una persona que respeto mucho en el sector energético. Confío en su criterio, así que lo compré y lo leí durante 2024. Tengo que reconocer que me gustó y disfruté mucho con la lectura. Hubo momentos que me tenían abstraído como si leyera una novela de intriga… porque realmente este mundo de la energía, el clima y el choque de naciones —como aparece en el subtítulo del libro— se asemeja por momentos a eso, a una intriga.

Es un análisis exhaustivo de cómo la geopolítica de la energía y la crisis climática están reconfigurando el orden mundial en el siglo XXI. Yergin examina las fuerzas de cambio —desde la revolución del shale en Estados Unidos hasta la transición energética global y la creciente rivalidad entre grandes potencias— que están dibujando un nuevo mapa de poder, alianzas y conflictos. El autor argumenta que la seguridad energética sigue siendo fundamental para la seguridad nacional, pero ahora se entrelaza inextricablemente con las políticas climáticas y las tensiones comerciales y tecnológicas, presentando desafíos sin precedentes para la estabilidad global.

El libro lo divide en seis capítulos, que dan una visión global para poder entender muchas de las situaciones actuales.

Capítulo 1: El nuevo mapa de América

Comienza con la revolución del shale (petróleo y gas de esquisto, o lo que llamamos fracking) en Estados Unidos, un cambio clave que ha transformado a EE. UU. desde un importador neto a la potencia energética número uno del mundo. Yergin detalla cómo esta innovación tecnológica alteró fundamentalmente el mercado global y redujo la dependencia estadounidense de fuentes externas, reescribiendo las relaciones geopolíticas y dando a EE. UU. una nueva flexibilidad y ventaja estratégica en la arena mundial. Y esto lo hemos visto, posteriormente a la publicación del libro, durante la guerra de Rusia en Ucrania: cómo el suministro de gas a Europa cambió de origen ruso y cómo EE. UU. jugó un papel fundamental en el suministro de gas, que está extrayendo y vendiendo a países europeos mediante técnicas que algunos países europeos no tienen autorizadas en sus territorios.

Capítulo 2: El mapa de Rusia

El segundo capítulo es el que más me impactó porque, viendo que el libro se publicó en 2020 y yo lo estaba leyendo en 2024, y sabiendo lo que empezó en febrero de 2022, pensé que este tipo era un clarividente. Leyendo el libro se puede llegar a intuir lo que pasaría dos años después de su publicación. El capítulo explora la posición crítica de Rusia como un gigante energético, especialmente en el gas natural, y cómo utiliza esta palanca para proyectar poder e influencia, particularmente en Europa. Yergin analiza los grandes proyectos de gasoductos (como Nord Stream 2), las ambiciones de Rusia y su compleja relación con sus clientes europeos, donde la energía es tanto un bien comercial como un arma geopolítica, un factor clave en las tensiones Este-Oeste. Cuando lo leí, lo entendí como una premonición.

Capítulo 3: El mapa de China

Este capítulo se enfoca en China, un actor central que Yergin examina a través de su doble rol como el mayor consumidor de energía del mundo y el principal impulsor de la tecnología de energía limpia. El autor describe la estrategia china para dominar la cadena de suministro de energías renovables (solar, baterías), mientras que al mismo tiempo asegura rutas de suministro de combustibles fósiles, buscando la autosuficiencia tecnológica y la supremacía geopolítica. Hay una expresión que me impactó cuando en la página 142 indica que “China se ha convertido en lo que Gran Bretaña fue durante la Revolución Industrial: el ‘taller de fabricación del mundo’”. Y cómo Malcom McLean (página 161), “conocido como ‘Idea-a-Minute’, es una de las figuras más trascendentales en la historia del transporte”.

Capítulo 4: Mapas de Oriente Medio

En este capítulo trata sobre los desafíos que enfrenta Oriente Medio en un mundo donde la demanda de petróleo podría alcanzar su punto máximo y donde EE. UU. ya no necesita su crudo con tanta urgencia. Yergin describe cómo la región —aún esencial para el suministro global— se enfrenta a la inestabilidad política, la rivalidad entre Irán y Arabia Saudita, y la necesidad de diversificar sus economías antes de que la transición energética global socave su fuente principal de riqueza y poder. En la página 277 explica perfectamente la situación entre el shale y el convencional: “La aparición del petróleo de esquisto (o shale) obligó a la industria petrolera a aprender un nuevo vocabulario: ‘ciclo corto’ versus ‘ciclo largo’. (…) Un solo pozo que podría haber costado 15 millones de dólares uno o dos años antes ahora podría costar tan solo 7 millones de dólares.”

Capítulo 5: La Hoja de Ruta

El capítulo final sintetiza las tensiones que definen el nuevo mapa, concluyendo que la rivalidad entre Estados Unidos y China es la fuerza geopolítica dominante, con la energía y la tecnología sirviendo como campos de batalla clave. Yergin subraya que el mundo se está dividiendo en esferas de influencia tecnológica y económica, donde el conflicto por el control de la información, el comercio y el liderazgo en la transición energética determinará la forma del orden mundial en las próximas décadas.

Capítulo 6: El Mapa del Clima

Yergin dedica este capítulo a la geopolítica de la crisis climática y la transición energética, destacando el dilema entre crecimiento económico y sostenibilidad. Examina los desafíos del Acuerdo de París, la aparición de tecnologías de energía limpia, el papel del GNL (Gas Natural Licuado) como combustible de transición y cómo las decisiones políticas sobre las emisiones están creando nuevas líneas de fractura y colaboración entre países y continentes. Me pareció ingeniosa la expresión que utiliza en la página 425: en cuanto a la fabricación y la ubicación, “la gestión de inventario y fabricación ‘justo a tiempo’ (just in time) dejará espacio para el ‘solo asegúrate’ (just be sure)”. Y el dato mostrado en la página 435 deja clara la razón del cambio geopolítico que se ha generado en la sociedad: “En 2008, Estados Unidos gastó casi 400 mil millones de dólares en importaciones de petróleo. En 2020, la cifra fue cero, lo que significa que cientos de miles de millones de dólares permanecieron dentro de la economía estadounidense cada año.”

Recomendación realizada por Jose Ramon Largo (CEO en RAMPALLO Consulting S.L.) sobre la edición en inglés de Penguin Books, publicada en 2023. ISBN 9780143111153.

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